De La Salle


Estefany Lara González y Natalia García Hernández
1°E
Nosotras sentimos mucho respeto hacia él, ya que desde pequeño sufrió muchos sucesos que lo llevaron a ser la grandiosa persona que fue y que siempre será recordado por todo lo que hizo, a quienes ayudo y enseño. Y con eso fue declarado patrono especial de todos los educadores de la infancia y de la juventud y Patrono universal de los educadores.
San Juan Bautista de La Salle (Jean-Baptiste de La Salle) (30 de abril de 1651, Reims Francia - 7 de abril de 1719, Saint-Yon, Distrito de Ruan) fue un sacerdote y pedagogo francés innovador, que consagró su vida a formar maestros destinados a la educación de hijos de artesanos y de niños pobres de la época. Fue el fundador de los Hermanos de las Escuelas Cristianas, Instituto religioso católico de carácter laical dedicado a la educación de niños y jóvenes, especialmente de los más pobres.
Juan Bautista De La Salle formaba parte de una de las familias más distinguidas de Reims. Tuvo siete hermanos y tres hermanas, desgraciadamente 4 de ellos murieron muy jóvenes. En la casa de la familia De La Salle se organizaban con frecuencia fiestas y banquetes. Al niño Juan Bautista le interesaban más las piadosas historias que le contaba su abuela, o los juegos con sus primos y hermanos. Su padre Luis De LaSalle educa a su hijo mayor en el arte de la esgrima, le enseña a montar a caballo, y lo aconseja, vela por su educación, pero a veces Juan Bautista no logra satisfacer los deseos de su padre.
En esa época apenas existían escuelas, y los maestros estaban poco preparados, la mayoría de los niños se la pasaba jugando en la calle. Juan Bautista aprendía a leer y a escribir en su propia casa. Cuando cumple diez años ingresa al “Colegio de los Niños Buenos” en donde estudió latín, griego, poesía y filosofía. Pero lo más importante es que iba oyendo una voz en su interior que le animaba a hacer sacerdote. La educación cristiana que recibió de la familia le iba descubriendo su deseo de ser sacerdote. Un día el director del colegio, Pedro Dozet, lo llamó para que lo sustituyera en sus deberes de canónigo de la Catedral.
A los dieciocho años, termina sus estudios. Su padre lo envía a estudiar teología a la célebre Universidad de la Sorbona, en París. En París reside en el seminario de San Sulpicio, conociendo a otros seminaristas, dedicándose en su tiempo libre, a entretener a los niños abandonados de la calle. Después de jugar, impartía clases de catecismo a los niños. Juan empieza a gozar enseñando las verdades del Evangelio.

Un día recibe la triste noticia de la muerte de su madre, poniéndose a disposición de su padre para ayudarlo en la educación de sus hermanos. Pero su padre le dice que siga adelante con sus estudios. Un año después muere su padre, regresa a Reims, para hacerse cargo de sus hermanos. Por ese entonces, Juan Bautista se hace muy amigo de otro canónigo, Nicolás Roland quien dedicaba su vida a ayudar a los niños huérfanos, muriendo muy joven y encargando a De La Salle que ayudara a las religiosas Hermanas del Niño Jesús.
A la vez que se ocupa de sus hermanos, decide seguir preparándose para el sacerdocio en el seminario de Reims. Por fin el 9 de abril de 1678, Juan Bautista De La Salle es ordenado sacerdote en la catedral. Una mañana se encuentra con Adrián Nyel, un maestro que llega a Reims a abrir una escuela para niños pobres, contando con el apoyo económico de la Sra. Maillefer. Una mañana se encuentra con Adrián Nyel, un maestro que llega a Reims a abrir una escuela para niños pobres, contando con el apoyo económico de la Sra. Maillefer. El Señor le va pidiendo a De La Salle cada vez un poco más a favor de los maestros, y contra la opinión de su familia, aloja a los maestros en su propia casa. En pocos días, sus hermanos abandonan la casa paterna y lo dejan solo con los maestros. Juan Bautista se siente desilusionado de la reacción de sus hermanos. Se pone en oración, reflexiona y pide consejo al padre Barré, quien le aconseja alojar a los maestros en su casa y vivir con ellos.
Juan Bautista De La Salle reúne a sus principales compañeros. Les propone crear una comunidad en la que los maestros se llamarán “Hermanos” entre sí, y serán Hermanos mayores de los niños, no serán sacerdotes y vestirán de manera especial. El éxito de las escuelas de La Salle llega hasta París. El cura de la parroquia de San Sulpicio les pide que los Hermanos se hagan cargo de la escuela de dicha parroquia, y así en Febrero de 1688 llega De La Salle con otros Hermanos a París. Donde construyen una nueva escuela. Los Hermanos abandonan las escuelas de París y se dirigen al sur abriendo cuatro escuelas en Ruán. Los Hermanos de Ruán y de París escriben una carta a De La Salle a quien consideran su padre y Fundador para que regrese. El comprende que Dios lo llama mediante sus Hermanos. A los 63 años vuelve a París con sus Hermanos que lo esperaban felices. Reúne a los Hermanos para elegir quién lo sustituya, pues sus fuerzas se van agotando. Eligen al Hermano Bartolomé, hombre de gran generosidad, con alma de maestro y capacidad para animar a la comunidad.
Reúne a los Hermanos para elegir quién lo sustituya, pues sus fuerzas se van agotando. Eligen al Hermano Bartolomé, hombre de gran generosidad, con alma de maestro y capacidad para animar a la comunidad. El viernes Santo, rodeado de sus Hermanos, resume en una frase todo lo que había sido su vida: “Adoro en todo la voluntad de Dios para conmigo”, y expiró.
 Este personaje aporto mucho a la educación ya que desde pequeño le intereso el estudio, al darse cuenta que no había muy buen nivel académico decidió que el ayudaría a todos los niños para tener una buena educación y enseñar a buenos maestros. Ayudo a muchas personas.

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